“La situación a la que nos enfrentamos hoy es mucho más grave que en 2008. La burbuja de la deuda es mucho mayor, la escasez de productos energéticos se ha extendido más allá del petróleo al carbón y al gas natural, la idea de subir las tasas de interés hoy en día es muy parecida a entrar en la Gran Depresión.”

Harold Bravo

CEO, Onza Troy Perú

Los años entre 1981 y 2020 fueron muy especiales para la economía mundial ya que las tasas de interés estaban cayendo, como lo muestra la siguiente gráfica:

caida de tasas de interes 

De cierta manera, la caída de las tasas de interés significaba que la deuda se estaba volviendo cada vez más asequible. Por ejemplo, la tarifa mensual para una nueva hipoteca de $500,000 era cada vez más baja. El pago por un vehículo nuevo de $30,000 se adaptaba fácilmente al presupuesto de una persona. Con estos efectos favorables, no sería sorprendente que se formara una burbuja de deuda.

 

Ahora que las tasas de interés están subiendo nuevamente, el peligro es que una parte sustancial de esta burbuja de deuda se derrumbe y que la economía se dirija hacia un aterrizaje duro debido a la interrelación entre las tasas de interés y los precios de la energía (gráfica a continuación), y el importante papel que desempeña la energía en el impulso de la economía.

 

 

 

Siempre se ha requerido una combinación de consumo de energía y deuda para impulsar el desarrollo económico, esto sucede porque se necesita la “disipación” de energía para llevar a cabo cualquier actividad que contribuya al PBI. Mirando hacia atrás, podemos ver la estrecha relación entre el consumo total de energía y el PBI total mundial.

 

 

La necesidad de endeudarse surge del hecho de que las personas hacen inversiones que no darán un rendimiento durante años. Por ejemplo, la compra de una casa o un vehículo es, en cierto sentido, una inversión que ofrecerá un rendimiento durante un período de años.

A partir de ello, es fácil ver por qué las tasas de interés más bajas tienden a estimular nuevas inversiones y aumentar la demanda de materias primas, sin embargo, el suministro u oferta disponible es pequeña en comparación. 

El plan actual de los bancos centrales es aumentar agresivamente las tasas de interés y revertir significativamente el QE, lo que dejará los precios de las materias primas demasiado bajos para los productores quienes estarán tentados a disminuir o detener la producción. Es probable que también haya muchos otros impactos, como los siguientes:

  • Reducción del suministro de energía debido a recortes de producción
  • Menor suministro de alimentos debido a líneas de suministro rotas
  • Mucha deuda morosa
  • Planes de pensiones que reducen o suspenden los pagos por problemas de deuda
  • Caída de los precios de las acciones

Desde 2019, nuestro problema ha sido que el suministro total de energía no puede seguir el ritmo de crecimiento de la población. Entonces, cuando no hay suficiente energía, la economía es un sistema auto organizado que se comporta de manera extraña: las guerras tienden a comenzar, las jerarquías de gobierno pueden desaparecer e incluso ocurren bloqueos extraños, como las restricciones actuales en China.

En cuanto a las tasas de inflación, sorprendentemente la relación entre las tasas de interés más altas (Gráfica 1) y las tasas de inflación anual no es muy estrecha y lo muestra la siguiente gráfica: 

 

Las tasas de inflación aumentaron durante el período de 1960 a 1973 pese al aumento de las tasas de interés, probablemente debido al rápido crecimiento de la economía a partir de un mayor suministro per cápita de energía barata.

Así mismo, la gráfica muestra que las tasas de inflación tampoco bajaron inmediatamente después de que las tasas de interés subieron en 1980. Hubo una disminución en la tasa de inflación al 4% en 1983, pero no fue hasta el colapso del gobierno central de la Unión Soviética en 1991 que las tasas de inflación tendieron a permanecer cerca del 2% anual.

Un ejemplo reciente con respecto al impacto esperado del aumento de las tasas de interés es el generado en las tasas de interés a corto plazo de Estados Unidos de 2004 a 2007. Esto condujo al colapso de la deuda en EE. UU., asociado con la Gran Recesión de 2008-2009.

Sin embargo, la situación a la que nos enfrentamos hoy es mucho más grave que en 2008. La burbuja de la deuda es mucho mayor, la escasez de productos energéticos se ha extendido más allá del petróleo al carbón y al gas natural, la idea de subir las tasas de interés hoy en día es muy parecida a entrar en la Gran Depresión. 

La gente asume que todos los aspectos de la economía pueden “permanecer juntos”, sin importar si hay escasez de energía o de otros productos. Además, asume que la escasez se hará evidente de inmediato a través de los altos precios, sin darse cuenta del enorme papel que juegan las tasas de interés y los niveles de deuda. 

Si se revienta la burbuja de la deuda y se rompen demasiadas líneas de suministro, el sistema económico se reducirá muy rápidamente. ¡La situación puede resultar mucho peor de lo esperado!

¡Esto es global! ¿Estás preparado? No esperes que la situación actual empeore para actuar. Protégete ya con Onza Troy Perú e invierte en oro y plata certificada, activos refugio ante el peligro inminente.

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