“En definitiva, la decisión de los bancos centrales de emitir su propia moneda digital a un público amplio en el futuro, es una realidad.“
Los avances tecnológicos que estamos presenciando actualmente abren la puerta a un uso más amplio de las monedas digitales en un futuro no muy lejano. Pero, ¿cuál es el potencial de estas monedas y hasta dónde pueden llegar?
Para empezar, las monedas digitales ya existen y las vemos en las reservas que tienen los bancos comerciales en los bancos centrales o en los pagos que hacemos con tarjetas de crédito.
Muchos bancos centrales de distintos países del mundo como Suecia, China, la Unión Europea, entre otros, han comenzado a desarrollar sus CBDC por sus siglas en inglés, que se traduce como monedas digitales que utilizan la tecnología “blockchain” y que serán emitidas por los Gobiernos cuyo propósito es centralizar la emisión monetaria, lo cual es lo opuesto al espíritu de las criptomonedas.
Dicho esto, creemos que los progresos tecnológicos relacionados con la tecnología “blockchain” y la agilidad de los sistemas de pago harán que el dinero digital sea más prominente en la economía del futuro.
CRIPTOMONEDAS VS MONEDAS DIGITALES
Una de las diferencias entre una moneda digital y un Bitcoin es su forma de emisión. A diferencia de las criptomonedas, las monedas digitales estarán emitidas de forma centralizada y contarán con respaldo de sus bancos centrales.
A su vez, la creación de CBDC será un proceso distribuido y completamente distinto, puesto que los estados pueden emitirla sin restricciones, mientras que, por ejemplo, la masa monetaria del Bitcoin está predefinida y no superará los 21.000.000.
Por otro lado, hay que considerar que las criptomonedas están respaldadas por un algoritmo matemático puro y duro, por la adopción y la comunidad que lo utiliza. Sin embargo, este tipo de monedas digitales están respaldadas por las reservas de activos de la propia entidad que las emite y pueden resultar menos arriesgadas como medio de pago.
Otra de las principales diferencias que tendría una CBDC es su poca volatilidad, en comparación con la que exhiben las criptomonedas hoy en día. Esto se debe a que mientras los bancos centrales velan por la estabilidad financiera a través de políticas monetarias, el Bitcoin es una moneda volátil porque actúa en un mercado inmaduro, no respaldado y lleno de expectativas.
¿QUÉ BENEFICIOS TRAERÍA LA IMPLEMENTACIÓN DE CBDC?
En una de las formas que existen para implementar una CBDC, el banco central patrocinaría una moneda digital sin restricciones que se convertiría en un activo disponible para los particulares, por consiguiente, competiría con los depósitos bancarios y el efectivo. Esta situación sí supondría una cambio, ya que cada quien podría decidir si depositar sus ahorros en monederos digitales o en el banco central.
Asociadas a la implementación de las monedas digitales, se han identificado ciertos beneficios:
- Reducción de la economía sumergida y disuasión de la utilización de efectivo, pero ello depende del grado de anonimidad de las monedas digitales.
- Acceso por parte de hogares y empresas a un activo libre de riesgo que, a diferencia del efectivo, no tendría costes de almacenamiento.
- El banco central podría mejorar la efectividad de la política monetaria. Concretamente, en el caso en el que la CBDC se materializase, este podría ajustar directamente los tipos de interés de los activos de los hogares y empresas.
- La abolición de la banca comercial. Actualmente la banca comercial crea el 90% de la base monetaria y un 10% lo crea el Banco Central de Reserva del Perú. Al crear una CBDC, el banco central ya no necesitaría el apoyo de la banca comercial para expandir la base monetaria, lo que causaría la reducción de costos de las transacciones pero afectaría a los grandes grupos de poder.
A pesar de las ventajas presentadas, existen también riesgos no menores. Uno de ellos es el excesivo protagonismo del banco central en la distribución de recursos de la economía: si el banco central decidiera asumir una mayor responsabilidad como proveedor de liquidez, los bancos comerciales dependerían en gran medida de la liquidez proporcionada, lo cual podría generar un encarecimiento del crédito.
Una de las principales preocupaciones del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes es que el auge de las monedas digitales podría desafiar el estatus del dólar como moneda de reserva mundial, lo que originaría que el rendimiento de los bonos de Estados Unidos suba, dejando a los ciudadanos del país en una peor situación.
Así mismo, la implementación de las monedas digitales de los bancos centrales representa una amenaza para la libertad económica y un mayor riesgo de una retirada de depósitos bancarios en caso de una crisis financiera.
Por ejemplo, estando bajo este tipo de tecnologías, el estado peruano va a tener total conocimiento acerca del movimiento que le damos a nuestro dinero, sabrá a manos de quien estuvo cada sol y que transacción se hizo con él. Además, los bonos que fueron otorgados por el estado a la población peruana, podrían ser retirados de las cuentas bancarias si es que en un determinado tiempo no se hiciera uso de él, es decir, el desarrollo de las CBDC supone la pérdida de privacidad de las transacciones financieras que cada individuo realiza con su dinero.
Otra amenaza es que se realice algún tipo de “convertibilidad”, así la nueva CBDC creada por la banca central se llame SOL o dólar, se trata de otro instrumento financiero diferente al actual y es probable que ocurra una reconversión con el antiguo instrumento financiero que usamos actualmente. Por ejemplo: 10 soles CBDC equivaldrían a 100 soles actuales.
PERÚ NO SE QUEDA ATRÁS:
El último martes 16 de noviembre, el Presidente del Banco Central de Reserva del Perú, Julio Velarde, ha declarado que el país se está sumando a esta ola y defiende la necesidad de adaptarse ante una economía en constantes cambios.
Así mismo, anunció que está trabajando con varios bancos centrales en el mundo en una moneda digital para un sistema financiero de pagos que será distinto a nivel global. Mencionó a países como la India, Singapur y Hong Kong.
En definitiva, la decisión de los bancos centrales de emitir su propia moneda digital a un público amplio en el futuro, es una realidad. Sin embargo, la dependencia de la economía respecto al banco central es evidente en épocas de recesión, porque es cuando las personas son más reacias al riesgo, por lo tanto, sustituirían sus depósitos en los bancos comerciales por monedas digitales, lo que podría generar episodios de inestabilidad financiera.